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Cuello-Lencioni-Mazzeo-San Martin

Instituto Parroquial Nuestra Señora del Rosario

Lavalle – Mendoza

2008

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


INTEGRANTES:

Cuelo, Estefanía

Lenciona, Claudia

Mazzeo, Lucila

San Martín, Carla

1.    DEFINICIÓN:

 

Las Políticas Sociales son todas aquellas acciones del ámbito estatal o privado que directa o indirectamente intentan salvar una situación indeseada, no es sólo ejecución de planes de ingreso, seguros, asistencia alimentaria, emprendimientos, becas, viviendas entre otras cosas. Se trata de algo mucho más complejo, tan complejo como la realidad cotidiana, es pensar en contribuir al desarrollo de la persona, su familia y su contexto.

 

2.    ELEMENTOS DE LA DEFINICIÓN:

 

Ø  Actividades Estatales: . El concepto de Estado difiere según los autores, pero normalmente se define como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determinado. Max Weber, en 1919, define el Estado como una organización que reclama para sí -con éxito- el "monopolio de la violencia legítima"; por ello, dentro del Estado se incluye instituciones tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras como las relaciones exteriores.

Ø          Bienes o Servicios: son todos aquellos elementos que debe proveer el Estado, además de su regulación y provisión.

Ø        Sociedad grupo – individuo:  se refiere a que éstos bienes y/o servicios se puedan disponer para toda la sociedad, para ciertos grupos o para ciertos individuos calificados anteriormente: esto sería lo que se denomina “población individuo”.

Ø          Objetivo: tiene como objetivo primordial llegar a todos los que aportan su esfuerzo cotidiano demostrando anónimamente su dedicación y amor a los más necesitados y postergados. Compartir los caminos sociales que transitamos es la mejor manera de integrarnos, rindiendo cuentas y escuchando, porque la única verdad es la realidad, y la sociedad justa a la que aspiramos requiere el compromiso de todos.

 

3.    SUS ORÍGENES.

 

Los orígenes de las políticas sociales se remontan a las últimas décadas del siglo XIX en Europa, donde nacen con el objetivo de moralizar la economía liberal, a fin de evitar las injustas consecuencias sociales de la Revolución Industrial. En sus inicios, la política social ‘anglosajona’ se preocupó fundamentalmente por todas aquellas personas amenazadas por la pobreza: ancianos, vagabundos, enfermos, etc. La política social ‘latina’, en cambio, se interesó por las condiciones de la clase trabajadora, identificándose con la política laboral: prohibición del trabajo a los menores de edad, reducción de la jornada laboral, salarios más justos, seguridad en el trabajo, etc. Con el tiempo, las políticas sociales han ido transformándose y ampliando su radio de acción no sólo a las capas más necesitadas de la población, sino a la mayoría de los individuos que componen una sociedad.

4. DIFERENTES CONCEPCIONES DE LAS POLÍTICAS SOCIALES:

Desde el punto de vista histórico-sociológico, o mejor del pensamiento social nos encontramos con cuatro concepciones de la política social.

I.    La primer concepción es asistencial, que piensa las intervenciones como expresión de una visión caritativa, de beneficencia. La política social aparece como aquel conjunto de ayudas sociales que los gobiernos adoptan a partir de consideraciones ético-políticas de apoyo a los pobres, a los necesitados, a los enfermos, indigentes. Es entendida como deber público encaminado a distribuir cierta cuota de recursos a la atención de objetivos humanitarios o de justicia social. Pero en sentido propio requiere la superación de una visión caritativa de mero asistencialismo Por tanto, estamos, en el escalón más bajo de la política social.

II. La segunda concepción es la que se entiende a la política social como conjunto de objetivos e instrumentos de ayuda a los pobres y a los débiles con la finalidad de control social, es decir, regular las relaciones sociales y las condiciones de vida de la población. Es el primer escalón de la política social aquella que emana del Estado policía. La sociedad comienza a ver al Estado como el garante del bienestar colectivo en sentido moderno, produciendo su sociedad, en el sentido que la acción estatal crea instituciones de bienestar que controlan la vida civil para disfrutar de las prestaciones ofertadas. Al principio el sujeto es el soberano, posteriormente, el sujeto es el gobierno expresado por el sistema de partidos políticos.

III.                     La tercera concepción es la que define la política social como  forma de reproducción social alargada de la fuerza de trabajo, es decir, como un conjunto de intervenciones establecidas por le Estado para garantizar que el sistema económico pueda disponer de fuerzas productivas adecuadas a pesar de la casualidad y de los ciclos económicos negativos. Se trata de una concepción que se remonta a la teoría marxista, según la cual las medidas de apoyo social tienen el objetivo de garantizar que esté siempre disponible la fuerza-trabajo. Se generalizó a partir de: “la política social es la resolución estatal del problema de la constante transformación de los no asalariados en asalariados”.

IV.                     La cuarta concepción interpreta la política social como realización de los derechos sociales de ciudadanía, en cuanto diferentes de los civiles y de los políticos. Es la concepción más específica y madura de la política social si, y en cuanto, evita la pasivización de los destinatarios de las intervenciones e individúa un conjunto diferenciado de derechos de carácter progresivo. Y es una concepción más amplia y comprensiva que las procedentes, ya que presenta a las políticas sociales como expresión y realización de todas las fuerzas de la sociedad. La forma más difundida que ha asumido a lo largo de los setenta y ochenta ha sido la de una política social entendida como realización de la igualdad de las oportunidades de vida.

 

5.FUNCIONAMIENTO DE LAS POLÍTICAS SOCIALES EN LAS DIFERENTES FASES DEL DESARROLLO ARGENTINO

 

Los puntos de cambio entre las distintas etapas coinciden con los momentos en donde históricamente se produjeron cambios radicales en la estructura y las relaciones en el Estado-sociedad-mercado. Las etapas mencionadas son:

I.                   La formación del Estado Nación

Éste periodo va desde los años previos a la sanción del Constitución Nacional en 1853 hasta comienzos de 1880 coincidiendo con la forma histórica denominada “Estados Nacionales emergentes de las luchas emancipadoras” y con “la consolidación del capitalismo como orden social predominante”.

A partir de 1853 con la Constitución Nacional la idea de Nación se fortalece frente a un Estado débil, ésta estableció para el gobierno argentino la forma representativa, republicana y federal. En éste sentido existen en la Argentina 3 niveles de gobierno; el Poder Federal Nacional, la provincias, y los municipios.

En las primeras etapas del capitalismo industrial en los países centrales el liberalismo plantea la noción del no intervencionismo estatal. Por esto el tratamiento del problema de la pobreza se hace con el mismo sentido y metodología: una dosis combinada de represión, encierro y dádiva. Ésta práctica contiene una racionalidad negativa, y es que no se reciben por haber adquirido un derecho sino como producto de la voluntad y la compasión de la que la entrega.

En nuestro país encontramos en éste periodo “la institución de  la beneficencia pública en Buenos Aires”, haciéndose cargo de la atención hospitalaria y asilo de indigentes en 1823.

No existen claramente en ésta etapa regulaciones o acciones estatales clasificables como sociales ya que no existe reconocimiento de responsabilidad social que afecte a grupos o individuos. Asistimos entonces a la etapa de la historia argentina de la superposición de ambos procesos caracterizando el comienzo de las políticas públicas sociales.

II.                 El capitalismo oligárquico

Éste periodo comienza con los gobiernos de la llamada “Generación del ‘80” hasta mediados de la década del ’30, consecuente con la crisis del Capitalismo Mundial. Éste contiene características de orden político y económico que la diferencian de los demás periodos históricos. Respecto a lo político se caracteriza por: la estabilidad institucional hasta 1930, el predominio del conservadurismo hasta 1912. Respecto a lo económico se profundiza la inserción del mercado nacional en el mercado capitalista mundial vía la exportación de materias primas y la importación de manufacturas y activos financieros.

En materia política social las intervenciones de índoles represivas y exclutorias con carácter positivo tenían como objetivo la integración social de vastos contingentes de inmigrantes y la provisión de algunos “servicios sociales” a las personas que constituían la mano de obra.

Las intervenciones tendientes a paliar los problemas educativos realizados en forma compartida por instituciones privadas y el Estado,  y de salud pública con preeminencia estatal marcan un punto de inflexión, con las prácticas de tipo asistencialista y/o represivo a indigentes y menesterosos.

Aún con la instalación en el país de la denominada ”cuestión social” se produce él quiebre entre la lógica asistencial(el asistido no tiene derechos y prima la voluntad del benefactor) y la lógica del derecho social(donde solo por ser ciudadano tiene el derecho a recibir ciertas prestaciones sociales).

En 1880 sé cera el departamento nacional de higiene  constituyendo el comienzo de las políticas sanitarias estatales.

Respecto a la política de educación, en 1884 la Ley 1.420 instaura el Sistema Nacional de Educación por el que se consagra la educación laica, obligatoria y gratuita; en 1905 la denominada Ley Lainez faculta al `Poder Ejecutivo a instalar escuelas en todo el territorio nacional.

En 1904 se dio cobertura previsional a todos los empleados de la administración del Estado y en 1915 los ferroviarios cuentan con la primera caja previsional para trabajadores privados basada en una lógica particularista y no universalista. Con el cambio de racionalidad en cuanto a la aparición “de la cuestión social” podemos observar las primeras políticas sociales implementadas en Argentina. Es decir, existe la definición de situaciones indeseadas que afectan a grupos o individuos las cuales deben ser solucionadas desde el accionar estatal.

 

III.              El Estado Regulador Interventor

Durante la década de los ’30 en los países de Europa y América las reglas de juego en la política pública comenzaron a cambiar en el sentido de una mayor intervención estatal en la regulación y orientación de las interacciones sociales.

El Estado Nacional se desarrolló una serie de funciones que pueden clasificarse como de tres tipos: funciones en el proceso de acumulación (Estado empresario, regulador y promotor); funciones en el proceso de redistribución (Estado regulador-mediador y prestador social); y funciones en el proceso político.

Si bien el comienzo del Estado Regulador-Intervento se encuentra durante la época del peronismo, podemos afirmar que los principales rasgos de ésta matriz socio-política se mantienen aún durante los gobiernos militares.

Respecto a las experiencias concretas de políticas sociales durante el periodo del Estado Regulador-Interventor toma fuerza la idea de intervenciones públicas centralizadas y coordinadas.

 

IV.             Crisis de l Estado Regulador-Interventor

A mediados de los ‘70s  el patrón regulador-interventor entró en unas desarticulación interna que se manifestará luego con la crisis de la deuda externa a partir de 1982. Si bien hay factores internacionales operables de gran importancia, los factores primordiales que operaron en la desarticulación tienen su raíz en la dinámica interna de funcionamiento.

La desarticulación del modelo genera opciones de ajuste fiscal y reforma del Estado, aunque podrán desarrollarse con mayor despliegue a partir de 1989 con la llegada  a la presidencia de Menem.

Los principales fenómenos respecto al sistema de políticas sociales son:

a-    fortalecimiento del proceso de privatización

b-    proceso de transferencia y descentralización

c-    implementación de nuevas formas de acceder a los recursos sociales

d-    implementación de nuevas formas de concebir y realizar las políticas sociales

 

Si bien durante el primer gobierno de la restauración democrática no se observan acciones en materia de descentralización de las políticas sociales, durante el gobierno de Raúl Alfonsín se implementó el Programa Alimentario Nacional (PAN), que es “el primer programa masivo de éste tipo que se incorporó al sistema de políticas sociales y representó un reconocimiento explícito de la importancia creciente del fenómeno de la pobreza”.

 

 

 

5.    RELACIÓN ENTRE POLÍTICA ECONÓMICA Y POLÍTICA SOCIAL

 

Históricamente las políticas económicas han moldeado las acciones estatales en materia de justicia, seguridad, educación.

Veremos la evolución histórica de los modelos económicos y sus políticas sociales, como así también la influencia del contexto exterior.

¿Cuáles han sido los modelos económicos sociales?

 

Ø     MODELO AGROEXPORTADOR

En los últimos 25 años del siglo pasado, la Argentina se integró a la economía mundial como economía primaria exportadora. Empezó a vender al exterior trigo, maíz, lino, cueros y lana. Y, a principios de este siglo, se agregó la venta de carne vacuna que reemplazó a la de ganado en pie. Así pasó a ser el principal rubro de exportaciones argentinas. La integración al mercado mundial también dependió de factores como el desarrollo tecnológico, la tendencia de algunos países europeos a invertir fuera de su continente y la infraestructura nacional acorde para poner en marcha el modelo agro-exportador. Este último aspecto se tradujo en la recepción de muchos inmigrantes europeos.



En el último cuarto del siglo pasado, la Argentina se integró al sistema económico mundial como economía primaria exportadora. Sus principales exportaciones eran trigo, maíz, lino, cueros y lana. Después de que se inventó la refrigeración, los frigoríficos pasaron a ser, desde principios del siglo XX, el sector más dinámico. Así, la venta de carne vacuna reemplazó a la de ganado en pie y se convirtió en el principal rubro de exportaciones argentinas.


 

 

 

"Don Juan Sandoval (El patrón)"
(serie Los Gauchos), Cesáreo Quirós



              La integración argentina al mercado mundial dependió de varios factores externos. En primer término, el desarrollo tecnológico del siglo XIX acortó las distancias y facilitó las comunicaciones con el avance de la navegación, la extensión del ferrocarril y el telégrafo. Además, se mejoró la producción con invenciones que fueron desde el maquinismo textil hasta la refrigeración.

               En segundo lugar, ese progreso tecnológico de los países más desarrollados facilitó la creación en la Argentina de la infraestructura necesaria para la puesta en marcha del modelo agro-exportador. En este marco, existió una tendencia de los capitales europeos a invertir fuera de Europa durante la segunda mitad del siglo XIX. Especialmente después de la Revolución Francesa de 1848.

 La evolución de la industria británica en el último cuarto del siglo XIX, y la expansión de productos alimenticios ingleses trajo consecuencias para el país. Facilitó la ubicación de las exportaciones primarias nacionales en el mercado mundial. A cambio, la Argentina debía ser un activo mercado para la compra de artículos secundarios industriales o semi-industrializados.

La dinámica del modelo agro-exportador se tradujo en la llegada de grandes cantidades de inmigrantes europeos como mano de obra, particularmente, desde Italia y España.


 

 

El Presidente de la Nación en compañía del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Dr. Joaquín Anchorena, y otros invitados se dirige al palco oficial con motivo de inaugurarse la 33º Exposición de Ganadería (1919).

Ø     MODELO INDUSTRIALIZACIÓN POR SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES

 

Hasta la década de los ochenta, la aplicación de las políticas industriales en los países de América Latina siguió la propuesta del modelo de sustitución de importaciones, la cual postulaba la intervención directa e indirecta del gobierno (incentivos fiscales, crediticios, y protección comercial) como mecanismo indispensable para lograr el desarrollo industrial, lo cual se justificaba por las debilidades estructurales de estas economías, tales como: 

- Concentración de las exportaciones en productos de origen primario.

- Evolución desfavorable en los términos de intercambio. 

-
Mercados internos incipientes, fragmentados y reducidos.

- Escasez de capital, mano de obra calificada y debilidad empresarial.

              El modelo de sustitución permitió a los países latinoamericanos entrar en un proceso de industrialización que duró alrededor de tres décadas, y fue reemplazado por el modelo de apertura comercial, el cual hoy se aplica de manera generalizada en toda América Latina.

 

 

Ø     MODELO NEOLIBERAL

El neoliberalismo es una concepción radical del capitalismo que tiende a absolutizar el mercado, hasta convertirlo en medio, en método y fin de todo comportamiento inteligente o racional. Quedan subordinados a la vida de las personas, comportamientos de las sociedades y las políticas de los gobiernos.

Características :

-         el crecimiento económico y no el pleno desenvolvimiento de todos los seres humanos, es considerado la razón de ser de la economía.

-         Reduce la intervención del Estado

-         Se eliminan los programas destinados a crear oportunidades para todos

-         Se privatizan las empresas estatales

-         Se abren las fronteras para mercaderías, capitales y flujos financieros

-         Se eliminan los obstáculos donde las leyes protegen a los trabajadores

-         Los grupos más poderosos son liberados de cargas tributarias y de obligaciones relativas, provocando una concentración aún mayor de riqueza y podre económico

6.                LA POBREZA
 
               
Pese a ser tan diáfana para los sentidos, no es fácil que los técnicos se pongan de acuerdo en cómo definir y en cómo medir la pobreza. La primera palabra que asociamos con pobreza es "carencia". Evidentemente, el pobre es un ser humano incompleto, a medias, pues le faltan atributos que poseen otros hombres y mujeres. Atributos que, en los casos extremos, son muy visibles. Los pobres no pueden garantizarse aspectos esenciales para la vida y dignidad humana: alimentación, vestido, vivienda.

               No se trata de que los pobres no coman en absoluto, pues morirían en pocos días; ni que vaguen por las calles absolutamente desnudos, alguna vestimenta les cubre; ni que todos duerman en las esquinas. De ser así, sería muy fácil distinguir a los pobres de los que no lo son. Para determinar quién es pobre y quién no lo es, desde un punto de vista sociológico, hay que especificar la diferencia, a veces sutil, entre una alimentación adecuada para un ser humano, y la insuficiente; entre la capacidad para garantizarse ropa y vivienda, aunque modesta, pero digna de una persona, de la que no lo es.
                 Determinar en qué consiste lo "suficiente", lo "digno", o lo "normal" es el problema, pues la percepción que tenemos de estos conceptos varía de una sociedad a otra, y de un momento a otro. Cocinar con leña, por ejemplo, tal vez era normal en el siglo
XIX, pero a fines del siglo XX puede ser un indicio de pobreza. Una vivienda sin agua potable, ni drenajes públicos, con servicio "de hueco", bien podía ser "normal" en otros tiempos, hoy por hoy no es así.
                "El hambre es, claramente, el aspecto más notorio de la pobreza", ha dicho Amartya K. Sen (1). Seguramente, por esa razón, los primeros estudios sobre la pobreza se centraron en lo que se ha denominado "enfoque biológico", es decir, el que definía este concepto como la incapacidad para adquirir alimentos suficientes para garantizar "el mantenimiento de la eficiencia física".
                A primera vista, parece acertado definir la pobreza de esta manera, pero si hurgamos un poco nos damos cuenta de algunas imprecisiones.
                Pero, además, la pobreza no es reducible exclusivamente a incapacidad alimentaria, pues, como dicta el sentido común, una hambruna desatada por alguna calamidad natural no puede ser considerada como una situación de pobreza. En la moderna sociedad capitalista, la pobreza implica inaccesibilidad total o parcial a un conjunto de mercancías indispensables para la vida, entre ellas los alimentos.
                Tal vez por eso, Adam Smith definía la pobreza respecto de la incapacidad para adquirir determinadas mercancías, entendiendo por ellas "... no sólo las indispensables para el sustento de la vida, sino todas aquellas cuya carencia es, según las costumbres de un país, algo indecoroso entre las personas de buena reputación, aun entre las de clase inferior. En rigor, una camisa de lino no es necesaria para vivir. Los griegos y los romanos vivieron de una manera muy confortable a pesar de que no conocieron el lino. Pero en nuestros días, en la mayor parte de Europa, un honrado jornalero se avergonzaría si tuviera que presentarse en público sin una camisa de lino".
                Queda claro, entonces, que la pobreza debe ser definida como una incapacidad de los individuos o sus familias para acceder a una serie de productos indispensables para desarrollar una vida digna, de los cuales los alimentos hacen un componente esencial, pero no el único. Por supuesto, definir qué mercancías o productos, a partir de cuya posesión, acceso o carencia se define la pobreza, es el problema que deben resolver economistas y sociólogos en cada sociedad y época particular.

 

 

 

¿CÓMO SE MIDE LA POBREZA?

 

 Definido el concepto de pobreza, el siguiente paso consiste en encontrar una metodología adecuada para estimar su incidencia en la sociedad. Si para definir el concepto de pobreza existen perspectivas diferentes, respecto al método para estudiarla también hay enfoques distintos.
                De todas las posibles, dos han sido las metodologías privilegiadas para el análisis de la pobreza: el método de la línea de pobreza (LP) y el método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI).
               El primero, el de la línea de pobreza, ha sido el más utilizado en América Latina. Dicho en pocas palabras, el método de la línea de pobreza consiste en la estimación del costo de una canasta básica de alimentos y servicios para una familia tipo, con relación a la cual se demarca la pobreza. Mediante una encuesta se comparan los ingresos promedio de las familias con el costo de dicha canasta. La capacidad o incapacidad para cubrir el costo de la canasta con los ingresos familiares dirá de qué lado de la línea se clasifica a la familia.
                Se clasifica como pobres a las familias cuyos ingresos no alcanzan para satisfacer el costo de la canasta básica, y se considera en extrema pobreza a las familias cuyos ingresos ni siquiera alcanzan para cubrir la canasta básica de alimentos, sin añadir
otros gastos.
                Algunos especialistas internacionales prefieren utilizar los conceptos de pobreza relativa (secundaria) y pobreza absoluta (primaria). Refiriéndose a la primera como una "marginación de la vida social normal", es decir, "cuando no se alcanza un mínimo existencial que responda a las convenciones sociales y culturales"; entendiendo por la segunda, "cuando se ve amenazada la subsistencia física (expresada en términos de alimentación indumentaria, vivienda)".
                Ningún método es perfecto, y al de la línea de pobreza se le puede señalar como defecto que no mide el consumo o satisfacción real de las necesidades por parte del grupo familiar, sino su capacidad potencial (ingreso) para cubrir dichas necesidades. Es decir, una encuesta basada en este método no pregunta a las familias si efectivamente consumieron tales o cuales alimentos necesarios para una dieta balanceada, sino que se centrará en conocer la cuantía de sus ingresos monetarios, lo que le indicará al investigador si tienen la capacidad o no de cubrir el costo de la canasta básica. Por eso, a éste se le ha llamado también el método indirecto para estimar la pobreza.
                Por supuesto, la canasta básica no constituye un criterio arbitrario, establecido en abstracto, sino que se construye a partir de un estudio de campo en que se establecen los hábitos de consumo acordes a las tradiciones culturales del país o región, y al estrato social. Para determinar la canasta básica hay que establecer también el tamaño promedio de las familias, la cantidad de adultos promedio, etc., lo cual conlleva también dificultades que no abordaremos.
                Establecida la canasta básica, sobre la que se harán las estimaciones, es preciso revisarla periódicamente para actualizarla, puesto que los hábitos de consumo varían con el tiempo. Pese a los problemas señalados, el método de la línea de pobreza, dada la mensurabilidad de sus resultados, ha sido el más utilizado por los gobiernos y los organismos internacionales.
                El otro método, el de las necesidades básicas insatisfechas, define una serie de necesidades elementales, y una norma para medir el grado
estado, grado de hacinamiento); Las referidas a la estructura físico sanitaria (agua potable, drenajes de aguas negras); el acceso al sistema educativo (escolaridad); y, por último, los ingresos familiares, para conocer la capacidad de satisfacer el resto de las necesidades, especialmente alimentación.
               Este método ha cobrado auge a partir de los censos de población y vivienda de la década de los ochenta. Con él se han elaborado los llamados mapas de pobreza que demarcan, sobre la base de los criterios mencionados (vivienda, servicios públicos y educación), los corregimientos y distritos de mayor incidencia de la pobreza. Su defecto principal está en su sesgo hacia los problemas de vivienda e infraestructura físico sanitario.
                En la medida en que estos dos métodos, el de la línea de pobreza (LP) y el de las necesidades básicas insatisfechas (NBI), centran su concepción de pobreza en problemas distintos, se produce el hecho curioso de que tienden a no coincidir la cantidad de pobres, y quiénes deben ser considerados como tales, si se comparan los resultados de ambos métodos entre sí. La intersección entre el conjunto de pobres estimado por la LP y el conjunto calculado por el método NBI es muy pequeña.
                 Recientemente se ha propuesto integrar ambas perspectivas en un sólo método, que se ha denominado medición integrada de la pobreza (MIP). Mediante éste, se trataría de complementar ambas visiones de la pobreza con el objetivo de tener un conocimiento más preciso acerca de ella, en que las familias las alcanzan o no. Si la familia no logra satisfacer alguna de las necesidades señaladas se la clasifica como pobre.
                Las necesidades básicas establecidas por esta metodología como variables a medir son cuatro: las referentes a las condiciones de la vivienda familiar.
                Mediante el método NBI se identificaría la satisfacción o no de necesidades referentes a: servicios de agua y drenaje, nivel educativo de los adultos y asistencia escolar de los infantes, electricidad, vivienda, mobiliario hogareño, tiempo libre, recreación y cultura.
              Mediante el método LP se estimaría el grado de satisfacción de necesidades como: alimentación, vestido, calzado y cuidado personal, higiene personal y hogareña, transporte, comunicaciones básicas y otros gastos corrientes del hogar.
               La atención de salud y reproducción biológica sería analizada por un procedimiento mixto, con el objeto de identificar en qué medida es satisfecha esta necesidad por la vía de los servicios públicos gratuitos o recurriendo a la medicina privada.
              Para determinar la línea de pobreza se calcula una canasta básica sobre la base de las necesidades consideradas en el método de LP (alimentación, vestido, transporte, etc.); y se comparan los ingresos familiares con dicha canasta, pero, como se ha separado un grupo de necesidades para ser estudiadas por el método de la NBI (especialmente relacionada con vivienda y servicios públicos), debe restarse de los ingresos las erogaciones dedicadas a estos rubros (pago de vivienda, educación, etc.).
                El método MIP permite una comprensión mejor y mayor del fenómeno de la pobreza, puesto que permite analizar los diversos tipos de pobres y sus condiciones de vida. Se pueden distinguir por medio de esta metodología por ejemplo: los pobres que, viviendo en un medio urbano o
un medio carente de infraestructuras adecuadas para la vida humana; o aquellos que sufren carencias estructurales y de ingreso a la vez.
                La utilización de la medición integrada de la pobreza hace posible la elaboración del concepto de pobreza crónica, compuesto por "aquellos cuyos ingresos son insuficientes para satisfacer necesidades esenciales de consumo corriente (línea de pobreza, LP) y de manera simultánea sufren carencias de tipo estructural (necesidades básicas insatisfechas, NBI)".
                Finalmente conviene señalar que, desde 1990, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha elaborado el llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH), metodología que pretende integrar y superar a las anteriores. A partir de sus conceptos definitorios (productividad, equidad, sostenibilidad y potenciación), el IDH pretende medir, "desde la perspectiva del ser humano", factores económicos, sociales, políticos y culturales que determinan su desarrollo.
                La metodología del IDH se sustenta sobre tres indicadores esenciales: esperanza de vida al nacer, nivel educacional (alfabetización de adultos y tasa combinada de matrícula primaria, secundaria y terciaria) y Producto Interno Bruto real, que debe reflejar el nivel de ingresos. El IDH establece una escala para la clasificación de los países, en la que su posición indica cuan lejos está de la "meta" de desarrollo óptimo estimada a nivel mundial.

                El IDH no muestra la real distribución del ingreso en la sociedad; a la vez que la alta tasa de escolarización y sanidad no dice mucho de los ingresos reales de los trabajadores. Tal vez por eso, para sorpresa de muchos, en las estimaciones del IDH Panamá aparece como un país de desarrollo intermedio.

LA CANASTA BÁSICA ALIMENTARIA

 

La suba de la Canasta Básica Total llegó en enero a 1,2% y superó a la inflación general

 

Una familia tipo necesitó $ 967,20 en el primer mes de 2008 para no caer bajo la línea de pobreza. La Canasta Básica Alimentaria, que mide la línea de indigencia, quedó en $ 445,62 y se encareció 0,7%.

La Canasta Básica Total volvió a la inflación: en enero registró un aumento de 1,2%, por lo que una familia tipo necesitó $ 967,20 para no ser pobre. El alza supera en 0,3% puntos al índice oficial de costo de vida, que registró en el primer mes del año un crecimiento de 0,9%

               Según informó esta tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el monto de los artículos que componen la canasta aumentó $ 12,08 con respecto a diciembre, cuando el valor era de $ 955,12.

               Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria, que mide el límite de la línea de indigencia y computa sólo los alimentos necesarios para sobrevivir, se ubicó en enero en $ 445,62, un 0,7% por encima de la medición del mes anterior.

               Los datos del INDEC se conocen en medio de nuevos cuestionamientos sobre la presunta manipulación de las mediciones. Las dudas llegaron incluso al Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer reclamó al Gobierno precisiones sobre las estadísticas que confecciona el organismo.
necesidades  básicas insatisfechas

v    Indicadores demográficos de ocupación e ingresos de los hogares, según condición de pobreza. Total 28 aglomerados urbanos. Segundo semestre de 2003 en adelante

 

Tipo de hogar

Hogares

Promedios por hogar

 

Ingresos por hogar
 en pesos

Ingresos por persona
en pesos

Población

Población de menores de 14 años

Población de mayores de 64 años

Población ocupada

 

 

%

 

 

 

 

 

 

 

Total de hogares

100,0

1.863

560

3,31

0,78

0,34

1,39

 

Total hogares no pobres

80,8

2.144

715

3,00

0,57

0,38

1,41

 

Total hogares pobres

19,2

606

127

4,64

1,64

0,20

1,30

 

Hogares pobres no indigentes

12,9

725

155

4,66

1,58

0,20

1,45

 

Hogares pobres indigentes

6,3

308

61

4,59

1,78

0,18

0,99

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares Continua.

 

 

 

 

 

 

 

 

v    Jefes de hogar por condición de actividad según condición de pobreza. Total 28 aglomerados urbanos. Primer semestre 2004 en adelante

 

Jefes de hogar por condición de actividad según condición de pobreza.

Total 31 aglomerados urbanos. Segundo Semestre 2006.

 

 

 

 

 

Condición de pobreza

Condición de actividad

Total

Ocupados

Desocupados

Inactivos

 

 

 

 

 

Total Jefes

100,0

70,5

3,5

26,0

Jefes No Pobres

100,0

71,4

2,0

26,5

Jefes Pobres

100,0

66,7

9,5

23,8

Jefes Pobres no indigentes

100,0

73,2

6,1

20,7

Jefes Pobres indigentes

100,0

53,2

16,5

30,3

 

 

 

 

 

Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares Continua.

 

 

 

 

v    Población de menores de 14 años según incidencia de la pobreza y la indigencia. Total 28 aglomerados urbanos, regiones estadísticas y agrupamientos por tamaño. Segundo semestre 2003 al segundo semestre 2006

 

 

 

Población de menores de 14 años según incidencia de la pobreza y la indigencia. Total de 31 aglomerados urbanos,

 

 

Regiones estadísticas y agrupamientos por tamaño.  Segundo semestre de 2006

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Región/aglomerado

Población total

Total menores

Menores sobre la población total

Menores no pobres

Menores pobres

Menores pobres no indigentes

Menores pobres indigentes

 
 

 

Miles

%

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Total 31 aglomerados urbanos

24.008

5.630

23,5

59,5

40,5

26,2

14,3

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aglomerados del interior

11.333

2.756

24,3

58,4

41,6

26,3

15,3

 

Regiones

 

 

 

 

 

 

 

 

Gran Buenos Aires

12.675

2.874

22,7

60,6

39,4

26,1

13,3

 

Ciudad de Buenos Aires(1)

2.970

478

16,1

79,9

20,1

14,4

5,7

 

Partidos del Conurbano(1)

9.705

2.396

24,7

56,8

43,2

28,4

14,8

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Región Cuyo

1.507

367

24,4

61,6

38,4

25,9

12,5

 

Gran Mendoza(1)

875

192

21,9

69,1

30,9

21,0

9,9

 

Gran San Juan(2)

445

119

26,7

49,5

50,5

31,8

18,7

 

San Luis-El Chorrillo(2)

186

56

30,1

61,6

38,4

30,5

7,9

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nordeste

1.211

331

27,3

39,4

60,6

36,6

24,0

 

Corrientes(2)

338

86

25,4

36,6

63,4

32,4

31,0

 

Formosa(2)

223

65

29,1

41,2

58,8

40,6

18,2

 

Gran Resistencia(2)

369

98

26,6

37,6

62,4

35,6

26,8

 

Posadas(2)

281

83

29,5

42,9

57,1

39,2

17,9

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Noroeste

2.283

622

27,2

46,8

53,2

33,8

19,4

 

Gran Catamarca(2) 

191

54

28,3

49,3

50,7

33,6

17,1

 

Gran Tucumán-Tafí Viejo(2)  

780

211

27,1

45,8

54,2

35,5

18,7

 

Jujuy-Palpalá(2)

291

83

28,5

45,9

54,1

33,6

20,5

 

La Rioja(2)

167

44

26,3

56,7

43,3

32,2

11,0

 

Salta(2)

504

134

26,6

47,9

52,1

30,4

21,7

 

Santiago del Estero-La Banda(2)

349

96

27,5

42,4

57,6

35,7

21,8

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pampeana

5.553

1.232

22,2

65,2

34,8

21,9

12,9

 

Bahía Blanca-Cerri(2)

301

59

19,6

66,4

33,6

20,0

13,6

 

Concordia(2)

145

42

29,0

53,7

46,3

26,8

19,5

 

Gran Córdoba(1)

1.359

305

22,4

61,9

38,1

24,8

13,3

 

Gran La Plata(1)

720

157

21,8

74,1

25,9

18,5

7,4

 

Gran Rosario(1)

1.231

239

19,4

65,7

34,3

22,2

12,2

 

Gran Paraná(2)

264

64

24,2

57,9

42,1

30,3

11,8

 

Gran Santa Fe(2)

487

120

24,6

54,2

45,8

23,5

22,4

 

Mar del Plata-Batán(1)

598

141

23,6

75,0

25,0

14,0

11,0

 

Río Cuarto(2)

159

36

22,6

74,4

25,6

16,0

9,6

 

Santa Rosa-Toay(2)

113

29

25,7

59,4

40,6

26,5

14,1

 

        San Nicolas-Villa Constitución

176

41

23,3

69,4

30,6

21,2

9,4

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Patagonica

779

204

26,2

77,5

22,5

13,9

8,6

 

Comodoro Rivadavia-Rada Tilly(2)

139

34

24,5

85,6

14,4

9,5

4,9

 

Neuquén-Plottier(2)

249

62

24,9

71,1

28,9

16,6

12,2

 

Río Gallegos(2)

86

23

26,7

90,7

9,3

8,2

1,1

 

Ushuaia-Río Grande(2)

111

32

28,8

88,4

11,6

6,8

4,7

 

        Rawson-Trelew

121

33

27,3

71,0

29,0

17,8

11,2

 

        Viedma-Carmen de Patagones

73

19

26,0

61,3

38,7

24,6

14,1

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Total aglomerados de 500 mil y

 

 

 

 

 

 

 

más habitantes

18238

4118

22,6

61,6

38,4

25,3

13,1

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Total aglomerados de menos de

 

 

 

 

 

 

 

 

500 mil habitantes

5770

1512

26,2

53,8

46,2

28,6

17,6

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(1) Aglomerados de 500.000 y más habitantes

 

 

 

 

 

 

 

(2) Aglomerados de menos de 500.000 habitantes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares Continua.

 

 

 

 

 

 

 

v    Población según condición de pobreza, sexo y grupos de edad. Total 28 aglomerados urbanos. Segundo semestre 2003 al segundo semestre 2006

Población total según condición de pobreza, sexo y grupos de edad. Total de 31 aglomerados urbanos.

 

Segundo semestre de 2006

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sexo y condición de pobreza

 

Grupos de edad

 

 

Total

0 a 13 años

14 a 22 años

23 a 64 años

65 años y más

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Total (en miles)

 

24.008

5.630

3.854

12.051

2.473

 

 

 

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

 

No pobre

 

73,1

59,5

65,2

78,8

89,0

 

Pobre

 

26,9

40,5

34,8

21,2

11,0

 

Pobre no indigente

 

18,2

26,2

23,7

14,8

7,8

 

Pobre indigente

 

8,7

14,3

11,2

6,4

3,2

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mujeres (en miles)

 

12.619

2.756

1.961

6.421

1.481

 

 

 

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

 

No pobre

 

73,5

58,7

66,2

78,4

89,6

 

Pobre

 

26,5

41,3

33,8

21,6

10,4

 

Pobre no indigente

 

18,1

27,3

23,6

14,9

7,4

 

Pobre indigente

 

8,4

14,0

10,3

6,7

3,0

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Varones  (en miles)

 

11.389

2.873

1.893

5.631

992

 

 

 

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

 

No pobre

 

72,8

60,3

64,1

79,3

88,2

 

Pobre

 

27,2

39,7

35,9

20,7

11,8

 

Pobre no indigente

 

18,3

25,1

23,8

14,7

8,3

 

Pobre indigente

 

8,9

14,6

12,1

5,9

3,5

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7.    NUEVA POBREZA

 

Los pobres de siempre y los nuevos pobres clase media

La magnitud de la indigencia y la pobreza es el nuevo dato de la realidad social argentina. Una gran parte de los más de 20 millones de pobres provienen de la numerosa y extendida clase media que en los últimos 10 años se fue quedando sin empleo, pasó a desempeñarse "en negro", a vivir de "changas" o como un "cuentapropista" al frente de un remís o taxi. Otros sucumbieron al frente de un local, un negocio o una pyme y son vendedores ambulantes o viven del Plan Jefes de Hogar.
               Gran parte de esa gente posiblemente viva en un departamento propio en Boedo, Flores o Lomas de Zamora y dispone de un auto, ahora modelo 92, 96 o 98. Pero, desde hace tiempo, sus ingresos fueron cayendo y lo que ganan no les alcanza para comprar una canasta básica de alimentos y servicios de 700 pesos mensuales. Y con esa caída de sus ingresos, posiblemente siguen viviendo en los mismos departamentos, aunque más deteriorados por la falta de conservación o pintura. Y mantienen el auto, pero ya abandonaron la esperanza de pasar a un modelo más actualizado. Lentamente, esas familias fueron consumiendo su capital o patrimonio anterior pero siguen perteneciendo a la clase media, más por el pasado que por el presente.
                A partir de 1998, con el inicio de la recesión y luego en el 2002, con la devaluación, todo esto se agravó. El año pasado, los precios de los alimentos básicos subieron el 75%. Y los ingresos casi no se movieron, mientras creció el desempleo y el trabajo "en negro".

                     
Así, toda esta gente debe destinar una proporción creciente de sus deteriorados ingresos a cubrir las necesidades alimenticias, con lo que les queda menos dinero para afrontar los gastos típicos de la clase media: esparcimiento, libros o revistas.
               Esas familias primero dejaron de lado las comidas fuera del hogar, luego restringieron la concurrencia al cine o al teatro, después sacaron a los hijos de las escuelas privadas, perdieron la cobertura médica privada y ahora sólo concurren a un club si corresponde a la de la obra social, en el caso de que sigan afiliados.
                Estos "pobres por ingresos", como los denomina el INDEC, se agregaron a una enorme masa de indigentes que se fue formando al mismo ritmo que se cerraban fábricas, se paralizaban obras de construcción o quebraban comercios. Por ejemplo, en los últimos 4 años, el empleo industrial cayó el 30% y de no superar un dígito, el desempleo pasó al 23%, si no se consideran los planes sociales.
                Si se suman los 3 millones de desocupados, a los 3 millones de trabajadores "en negro", a los 2,8 millones de jubilados que ganan menos de 400 pesos, hay casi 9 millones de personas adultas que no tienen ingresos para comprar una canasta básica de alimentos y servicios. Pero esos desocupados, jubilados pobres y trabajadores "en negro" están al frente de familias donde hay cónyuges, jóvenes, adolescentes y niños. Así se conforman los 20,8 millones de pobres "por ingresos" que registró el INDEC.
                Una parte de esta gente cayó todavía más y está en el escalón más bajo de la indigencia y sobrevive como cartonero, limpiaparabrisas o cuidador de autos en una calle de la ciudad o con un Plan Jefes de Hogar. Pero 150 pesos por mes de ayuda cuando, según el INDEC, en los hogares indigentes viven 5 personas, representan apenas 5 pesos por día para alimentar a dos adultos y tres menores.

 

8.    INDICADORES DE EMPLEO

 

v    DESEMPLEO

 

 

La tasa de desempleo en Argentina bajó al 8 por ciento, según el ente oficial

 

 

Buenos Aires, 22 agosto (EFE).- La tasa de desempleo en Argentina descendió al 8 por ciento durante el segundo trimestre del año, aunque aumentó a 964.000 el número de personas con trabajo en condiciones precarias, confirmaron hoy fuentes oficiales.

Buenos Aires, 22 agosto (EFE).- La tasa de desempleo en Argentina descendió al 8 por ciento durante el segundo trimestre del año, aunque aumentó a 964.000 el número de personas con trabajo en condiciones precarias, confirmaron hoy fuentes oficiales.

El índice de desempleo se sitúa 0,5 puntos por debajo del nivel registrado durante el segundo trimestre de 2007 y es un 0,4 por ciento menor al del primer trimestre del año, precisó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC).

La presidenta argentina, Cristina Fernández, había anticipado el pasado miércoles que el desempleo durante el segundo trimestre fue "medio punto menor que el del segundo trimestre del año pasado, (bajó) del 8,5 al 8 por ciento".

El organismo oficial también indicó que el 8,6 por ciento de la población económicamente activa está sub-empleada, lo que significa 0,4 puntos por encima de la tasa del primer trimestre de 2008.

La población con empleo en condiciones precarias totaliza 964.000 personas, mientras que en el primer trimestre eran 911.000.

En tanto, existen 898.000 personas sin trabajo, según el organismo oficial.

Argentina registró un máximo de desempleo del 24,1 por ciento en el segundo trimestre de 2002, luego del estallido de una de las peores crisis económicas, políticas y sociales del país.

El INDEC está envuelto en una crisis de credibilidad desde que a inicios de 2007 introdujo cambios metodológicos en la medición de la inflación, cuya fiabilidad está en duda, así como la de otros indicadores clave, como el que mide la pobreza.

 

v    SUBEMPLEO

 

El desempleo bajó y el subempleo aumentó: INEC

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), 295 856 personas no tenían trabajo en julio pasado, lo cual equivale al 6,56% de la Población Económicamente Activa (PEA), que asciende a 4,51 millones.

 

 

Las últimas cifras del mercado laboral muestran  una reducción del desempleo y un repunte del subempleo en cinco ciudades del país.

Según el  Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), 295 856 personas  no tenían  trabajo en julio pasado, lo cual equivale al 6,56% de la Población Económicamente Activa (PEA), que  asciende a  4,51 millones.

Es  “un récord histórico para la economía ecuatoriana”, señaló hoy el presidente Rafael Correa durante una reunión con jóvenes del programa Mi Primer Empleo.

Según las cifras oficiales, unas 22 550 personas consiguieron trabajo en el aparato productivo. Esta  cifra, sin embargo, genera dudas en el sector empresarial, pues la eliminación de la tercerización y del contrato por horas afectó el  empleo y eso  debió reflejarse en las estadísticas.

De ahí que prefieren creer en los datos de la firma Deloitte&Touche, que muestra un aumento del desempleo, del 6,40% en junio pasado, al 6,59% en julio.
 En lo que sí  hay coincidencia  es en el índice de subempleo,  que aumentó del  43,5% en junio, al 45,76%, en julio pasado.

La explicación, según  Pilar Moncayo, ex presidenta de Fedehumana, organismo que agrupaba a 200  tercerizadoras, de los 435 000  empleados tercerizados y bajo contratos por horas, 126 180 no fueron asumidos por las empresas. “Ellos engrosaron las cifras del desempleo y el subempleo”.

Para el  presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Blasco Peñaherrera Solah, las cifras del INEC son poco confiables y no  guardan relación con los datos del  Seguro Social, pues “al menos 200 000 personas salieron del IESS y “eso significa que perdieron sus empleos”.

 

 

 

 

 

 

 

v    SOBREEMPLEO

Tres de cada diez ocupados buscan un nuevo trabajo

Están insatisfechos porque ganan poco o piensan que los van a despedir o porque quieren trabajar más horas

§        Pero la estadística refleja que el 40% de los que tienen empleo están sobreocupados


El número de trabajadores ocupados que busca otro empleo supera al de los propios desocupados. Así surge de los datos oficiales, de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires: sobre 4.342.971 trabajadores ocupados hay 1.202.767 - equivalente al 27,7 por ciento-que buscan otro trabajo porque están insatisfechos con el que tienen actualmente. Este número excede el de los desempleados, que suman 892.856.Además, hay casi 400.000 trabajadores con dos empleos o con sobreempleo, porque trabajan más de 45 horas semanales, que no buscan trabajo pero estarían dispuestos a cambiar de trabajo o a trabajar más horas. Las cifras, divulgadas ayer por el viceministro de Economía, Carlos Rodríguez, y el director del INDEC, Héctor Montero, forman parte de un folleto que recopila todas las estadísticas de la Encuesta Permanente de Hogares del último mayo. Así las cosas, más de la mitad de la fuerza laboral de la Capital y el Conurbano está disponible para la actividad laboral, según la definición del INDEC. Este es un indicador de la presión que existe en la Argentina sobre la demanda de trabajo. También expresa la desproporción entre el trabajo disponible y la fuerza laboral que demanda empleo. Y de la insatisfacción laboral a pesar de que bajó la tasa de desempleo. Insatisfacción. En octubre del año pasado, había 1.165.455 trabajadores ocupados que buscaban otro trabajo. Significa entonces que este año aumentó la demanda de empleo de los trabajadores ocupados, lo que marca una tendencia creciente de los ocupados a buscar empleo. Al comienzo de la convertibilidad, apenas un poco más de medio millón de ocupados buscaba otro empleo. La encuesta del INDEC especifica ocho causas por las que un trabajador ocupado busca empleo: Gana poco. Está insatisfecho con su tarea. La relación con el empleador es mala. Cree que lo van a despedir. El trabajo que tiene se va a acabar. Tiene poco trabajo. Otras causas laborales. Por motivos personales. Aunque los datos no especifican la cantidad de trabajadores que buscan empleo según esas causas, los especialistas laborales reconocen que existe una gran insatisfacción laboral por una combinación de razones: Van desde los bajos salarios hasta la precariedad del empleo y el trabajo en negro. Los datos oficiales indican que el 35 por ciento de los asalariados trabaja en negro, que el 20 por ciento de los ocupados tiene contratos precarios o temporales y que unas 50.000 personas están empleadas transitoriamente (entre 3 y 6 meses) en los programas Trabajar o de Servicios Comunitarios. También hay 669.465 trabajadores subocupados demandantes de empleo porque trabajan menos de 45 horas semanales y desean trabajar más. Además, hay un aumento de la inseguridad laboral porque una proporción creciente de trabajadores considera que puede perder su empleo y entonces sale a buscar preventivamente otro. En consecuencia, la mayor demanda de empleo no sólo se debe al crecimiento de la desocupación sino a que hay más ocupados y subocupados insatisfechos con su empleo. Sobreempleo Los datos oficiales agregan que hay 1.837.516 trabajadores, es decir el 42%, que trabajan más de 45 horas semanales, y de ese total, 325.920 trabajadores tienen dos o más ocupaciones. Este sobreempleo se observa en forma mayoritaria entre los hombres: la mitad de los varones declararon que están sobreocupados. Entre las mujeres, en cambio, la sobreocupación comprende a una cuarta parte. Este sobreempleo obedece, en gran parte, a que muchos trabajadores están obligados a realizar horas extras para aumentar sus ingresos de bolsillo o porque una sola remuneración resulta insuficiente para costear los gastos familiares.

9.    ESTADO DE BIENESTAR

 

9. A- Definición

Se dice que existe un Estado del bienestar o Estado providencia cuando el Estado asegura la protección social, entendida ésta mediante derechos tales como la sanidad, la vivienda, la educación, los servicios sociales, las pensiones de jubilación o la protección del empleo o del empleado.

9. B- Etimología y Significado

El término Estado de Providencia se forjó bajo el Segundo Imperio Francés por los republicanos que criticaban la filosofía demasiado individualista de ciertas leyes (como la ley Le Chapelier que prohibía los sindicatos), y preconizaban un "Estado Social"; se preocupaban del interés de cada ciudadano y del interés general. La expresión habría sido empleada por primera vez por el diputado Emile Olliver en 1864, para despreciar la capacidad del Estado de llevar a cabo un sistema de solidaridad nacional más eficaz que las estructuras de solidaridad tradicionales (como las corporaciones prohibidas por la ley Le Chapelier).

Es hacia 1870 cuando el término alemán Wohlfahrtsstaat fue utilizado por los "socialistas de cátedra" (universitarios) para describir un sistema que anuncia las políticas bismarckianas en materia social.

La noción actual de Estado de providencia corresponde al término inglés de welfare state (literalmente: "estado de bienestar"), forjado en los años 1940, coincidiendo con la emergencia de las políticas keynesianas de posguerra. Esta última expresión habría sido creada por William Temple entonces Arzobispo de Canterbury, como contraposición al warfare state ("estado de guerra") de la Alemania Nazi.

El sociólogo T.H. Marshall define el término como una combinación especial de la democracia, bienestar social y capitalismo. Algunos otros lo identifican, erróneamente, con el llamado Estado Social o incluso la Economía social de mercado.

Para algunos es el añadido de un quinto poder del estado: el de intervención económica, añadido a los tres poderes clásicos de Montesquieu y al cuarto poder que son los medios de comunicación. Para otros, como Claus Offe, es un cambio profundo que nos permite hablar de un Estado Moderno[1]

9. C- Historia

El Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores (…) El reformismo socialdemócrata, el socialismo cristiano, élites políticas y económicas conservadoras ilustradas, y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas más importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas más y más amplios de seguro obligatorio, leyes sobre protección del trabajo, salario mínimo, expansión de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados, así como el reconocimiento de los sindicatos como representantes económicos y políticos legítimos del trabajo…"

 

9.    D- Origen

El Estado de Bienestar se origina más específicamente en Inglaterra cuando la corona británica quiso reclutar a sus soldados los encontró en pésimo estado, decidiendo así romper con una tradición liberal.

 

9. E- Crisis

CAUSAS

Luego de la crisis del petróleo (1973) que afectó a todo el sistema capitalista, se comenzó a debatir sobre las funciones que había llevado a cabo hasta entonces el Estado como garante del funcionamiento del mismo sistema. Una de las principales críticas que nacían desde los sectores neoliberales era que, justamente el Estado, denominado en el periodo 1930 – 1970 como “Estado de Bienestar” o “estado Benefactor”, basado en las teorías económicas de Keynes, era el culpable de la crisis del momento y por lo tanto debía ser reformulado. Es decir, según los postulados neoliberales el Estado debía dejar de intervenir en la economía, no solo como controlador sino también como generador y distribuidor de riquezas, ya que estas últimas funciones hacían que el Estado elevara considerablemente su presupuesto dejando sin ganancias a las grandes empresas. De esta forma se ponía en lugar central, para la salida de la crisis, a la reducción de los gastos del Estado.

A partir de los años 80, con el triunfo de las posturas neoliberales en lo económico y de la llegada al gobierno de representantes de éstos en los principales países del mundo, se puso en marcha, en la mayoría de los Estados capitalistas, una serie de planes de ajuste y recortes presupuestarios en áreas como salud y seguridad social.

CONSECUENCIAS

Las consecuencias no se hicieron esperar demasiado: aumento de la desocupación, despidos producidos por el propio Estado y por las empresas privadas, brusca disminución de las ventas debido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, privatizaciones en todas las áreas, suspensión o cierre definitivo de servicios que cumplían funciones sociales (transportes, educación, salud, etc.).

Otra de las consecuencias que trajo aparejada el desmantelamiento del “Estado de Bienestar” y su papel regulador de la relaciones entre los empresarios privados y los trabajadores, fue la pérdida, por parte de los sindicatos, de su poder de negociación ante las medidas neoliberales y de la homogeneidad en sus reclamos.

El fuerte aumento del desempleo, el cierre de empresas y el deterioro de las condiciones de trabajo, presionaron a los que todavía conservaban su puesto, a aceptar nuevas condiciones de “flexibilidad” laboral. Estas “facilidades” brindadas a los particulares fueron aprovechadas para bajar costos laborales directamente con la disminución de salarios y de esta manera recuperar o mantener los niveles de ganancia.

La excusa era que el Estado era ineficiente, y que sus gastos generaban inflación. Para “corregir” estas deficiencias, se aplicaron ajustes de todo tipo, que los trabajadores, desmovilizados por el miedo a más pérdidas de empleos, no tuvieron más remedio que aceptar.

Al mismo tiempo, la “revolución tecnológica” de los ´70, había provocado una alta tecnificación de la industria, con la consecuente disminución de la mano de obra y la especialización de la misma. El desempleo aumentó el número de trabajadores marginales o informales, con trabajos temporales, artesanales o de servicios alternativos (transporte, seguridad, etc.).

Esta situación generó diferentes tipos de trabajadores (heterogeneidad de la clase trabajadora): por un lado unos muy especializados, trabajando en empresas con cierta estabilidad y con mayor capacitación; otros, trabajadores “flexibilizados”, con una gran inestabilidad laboral y otros directamente desocupados, marginados o caídos del sistema laboral. Evidentemente esto significó un quiebre en la unidad (homogeneidad) de la clase trabajadora y en los reclamos obreros.

9.  F- Nuevas formas de articulación de las demandas sociales

Desde mediados del siglo XIX la forma de reclamar y protestar de las masas había sido canalizada principalmente por los partidos políticos y por los sindicatos.

Al terminar el siglo XX, nos encontramos con una profunda crisis de los partidos políticos tradicionales y por diversas razones se ha producido un debilitamiento de los sindicatos. Esta situación produjo nuevas formas y canales de participación para la demanda frente a situaciones injustas y de explotación. Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), comenzaron a surgir y a reemplazar en algunas áreas a los partidos y al Estado: la defensa de los derechos humanos, de la mujer, del consumidor, de la ecología, de los homosexuales, etc. Grupos de damnificados por diferentes hechos (accidentes, cierres de bancos, desalojos, etc.) hicieron oír sus reclamos sin comprometerse con partidos ni con organismos de gobierno, sindicatos o instituciones religiosas.

Con su constante denuncia y accionar contra las empresas que dañaban el medio ambiente y contra los gobiernos que lo permitían, las organizaciones ecologistas tuvieron un papel y un rol destacado, logrando concienciar a gran parte de la población mundial, del peligro que significaba no cuidar el planeta.

De la misma manera, sobresalieron los grupos defensores de las minorías discriminadas por razones étnicas, religiosas, sexuales, etc. Organizaciones defensoras de los derechos de los indígenas, de la igualdad de la mujer o contra la discriminación a los portadores del SIDA, a los homosexuales o a los discapacitados, cumplieron un destacado papel de lucha que transformó en muchos aspectos el comportamiento de la sociedad.

 

CAUSAS INTERNAS DE LA CAÍDA DEL ESTADO DE BIENESTAR

1-    POLÍTICA

Ésta causa está caracterizada por la intevención del Golpe de Estado de 1976: la presidenta Isabel Martines de  Perón nombra al ministro Mariano Martinez de Hoz el cual abre la economía. Se desproteje la industria naconal y todo comienza a importarse saliendo de ella solo un grupo beneficiado.

2-    PRIVATIZACIÓN DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS

A partir del año 1989 comienza en nuestro país un proceso de entrega del patrimonio nacional. De ésta forma se venden la totalidad de las empresas estatales bajo la excusa de una supuesta ineficiencia.

3-    REFORMA DEL SISTEMA PREVISIONAL

¿Qué es el Sistema Integrado de Jubilaciones y pensiones?

 

 

 Es el sistema previsional vigente en la Argentina. Permite que los trabajadores puedan elegir quién administrará sus aportes: el Estado, por medio del Régimen Previsional Público ("Régimen de Reparto"), o una Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), a través del llamado "Régimen de Capitalización".

 Este sistema, que tiene alcance nacional, otorga cobertura en caso invalidez, vejez y muerte.

¿Qué sistemas lo constituyen?

 El Sistema de Reparto (o Régimen Previsional Público), que está administrado en forma total por el Estado.

 El Sistema de Capitalización (o Régimen Privado de Capitalización Individual), que queda a cargo de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).

¿Qué es el Régimen de Reparto?

 El Régimen de Reparto está administrado por el Estado. Se trata de un sistema solidario, ya que los fondos que aportan los afiliados durante su etapa activa son comunes a todos. El monto de la jubilación dependerá de la recaudación total que se realice y de la cantidad de prestaciones que deban abonarse.

 El pago de las prestaciones tiene una garantía limitada, según la ley denominada de "Solidaridad previsional". Esta garantía se extiende hasta el monto de los créditos presupuestarios que están comprometidos para financiar esas prestaciones, ya que dicha ley establece que el Régimen de Reparto se financiará con los recursos que el Presupuesto Nacional destine anualmente para tal fin. Además, a las prestaciones se les han fijado topes máximos.

 En resumen, el Régimen de Reparto es un sistema solidario, en el cual el monto de las prestaciones estará en relación con el total de lo recaudado y el número de éstas que deban abonarse.

¿Quiénes se afilian al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP)?

 Existen distintos tipos de afiliaciones al SIJP:

· De manera obligatoria: todas las personas físicas, mayores de 18 años, que se desempeñen en la modalidad de relación de dependencia o lo hagan como trabajadores autónomos.
· De manera voluntaria: las amas de casa, los miembros del clero, los directores de sociedades anónimas, por las asignaciones remuneradas que perciban y configuren relación de dependencia con dichas sociedades, los profesionales que se encuentren inscriptos en cajas de profesionales sustitutivas del sistema nacional.

 Están exceptuados: los extranjeros que dispongan de un contrato laboral igual o menor a dos años, por una sola vez, siempre que no tengan residencia definitiva en el país y comprueben que algún organismo de seguridad social de su país de origen les otorga cobertura.

¿Cuál es la contribución que realiza el empleador?

 La contribución se calcula tomando como base las remuneraciones y está a cargo del empleador. Según el decreto 491/2004, desde el 1 de octubre de 2004 al 31 de marzo de 2005, el tope es de 100 MOPRE, desde el 1 de abril de 2005 hasta el 30 de septiembre de 2005 el tope es de 125 MOPRE.

¿Qué prestaciones otorga el Régimen de Reparto?

 El Régimen de Reparto (que es administro por el Estado) otorga a los afiliados las siguientes prestaciones:

· La Prestación Básica Universal (PBU)
· La Prestación Compensatoria (PC)
· La Prestación Adicional por Permanencia (PAP)
· La Prestación por Edad Avanzada (PEA)
· Retiro por Invalidez
· Pensión por Fallecimiento

 Tanto los afiliados de Capitalización como los de Reparto tendrán derecho a percibir las prestaciones básica universal, compensatoria y adicional por permanencia, si reúnen los requisitos exigidos para las mismas.

 

 

 

 

24 de Junio de 2008

Régimen previsional: destino de fondos y aportes aún sin definición 

Hay varios temas del nuevo marco jubilatorio que faltan resolver. Así, los fondos quedarían en las AFJP. Pero aún no se sabe que pasará con las comisiones. También resta ver cómo se unificarán los aportes. El Gobierno garantizó que no habrá disminución de haberes para los que cambien de sistema

El proyecto que anunció ayer el Poder Ejecutivo que reformará el régimen previsional y permitirá a los trabajadores volver al régimen estatal de reparto es, por ahora, nada más que un conjunto de puntos básicos. Todavía quedan por definir algunas importantes cuestiones.


Según trascendió, en la Secretaría de Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación están puliendo la redacción final del proyecto. De todas formas, cuando éste sea presentado en el Congreso para su tratamiento, podría recibir modificaciones por parte de los legisladores.

Es por eso que desde la Unión de AFJP estimaron que el proyecto es “razonable”, pero advirtieron que por ahora es sólo "un marco regulatorio que habla de generalidades y que habrá que definirlo por reglamentación".

Entre las dudas que hay respecto del proyecto, se destacan:

  • Destino de los fondos
    Según se informó desde la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), los fondos de los trabajadores que estén en el régimen de capitalización y que elijan volver al Estado permanecerán en la órbita de las AFJP.

    Sin embargo, desde el momento en que sé efectivice la opción por el sistema estatal, los aportes del trabajador dejarán de ingresar su cuenta individual del régimen privado. Una vez que ese trabajador se jubile, cobrará una jubilación que tendrá en cuenta en forma proporcional los aportes realizados en cada sistema.

    Esta opción es la más razonable, estimó Javier Adrogué, socio de la firma Adrogué, Marques, Zabala & Asociados. “Lo lógico es que esa plata se quede en la cuenta, no que pase al Estado”, consideró el abogado.
  • Las comisiones de las AFJP
    Una cuestión que todavía no está definida es qué sucederá con las comisiones que cobran las AFJP. El proyecto del Ejecutivo prevé bajar las comisiones de las administradoras a un máximo del 1% del salario del trabajador. Pero, ¿qué ocurrirá con las comisiones de los trabajadores que elijan volver al sistema de reparto?

    Según Adrogué, los administradores deberían seguir cobrando comisión por la realización de su tarea específica, que es invertir y administrar los fondos que recibe. “Lo que los trabajadores tienen en la AFJP son cuotas partes”, sostuvo el abogado. “La lógica es que cobre una comisión por hacerlo”, agregó.

    Si las AFJP obtienen ganancias, no habría ningún problema, ya que la comisión se cobraría sobre las ganancias. Pero aún no se sabe que ocurriría en el caso de que la rentabilidad sea negativa.

    Si la comisión se cobra sobre los fondos, los mismos disminuirían, ya que las cuentas individuales no estarían recibiendo nuevos fondos. Todavía no está claro cómo se resolverá esta cuestión, coincidieron especialistas consultados.

    De todas formas, en los últimos años post devaluación las AFJP han demostrado una muy buena performance financiera. En promedio, en 2006 las administradoras registraron una rentabilidad del 25%.
  • Unificación de los aportes
    En tanto, otro punto que genera dudas es la unificación de los aportes jubilatorios. Actualmente, los trabajadores en el régimen de capitalización aportan el 7% de su sueldo, mientras que en el régimen de reparto esa cifra es del 11%. Fue ayer mismo que el Ejecutivo prorrogó la reducción para el régimen de AFJP.

    Con el objeto de no generar ventajas indebidas y permitir que la opción de los trabajadores sea realmente libre, esas cifras serán equiparadas cuando se instaure el sistema. Pero todavía falta determinar si los aportes de la capitalización serán subidos al 11% o bien si los otros serán disminuidos.
  • Entrada en vigencia y monto de la jubilación
    Otra cuestión es la de la entrada en vigencia del nuevo régimen. Todavía se desconoce cuál va a ser el tratamiento que los legisladores le darán al tema en el Congreso.

    Si bien la mayoría de los bloques políticos se mostraron de acuerdo con la medida, los detalles podrían generar discusiones que hagan retrasar su trámite. De todas formas, el jefe de la bancada oficialista en la cámara de Diputados, Agustín Rossi, sostuvo que quieren impulsar la reforma antes de las sesiones ordinarias, que empiezan en marzo.

    En cuanto al monto de la jubilación, el Gobierno garantizó hoy que los trabajadores que elijan volver al sistema de reparto no van a sufrir una merma en sus jubilaciones.

    “Hoy están bien discriminados qué son los recursos para gastos generales de los de asignación específica”, sostuvo Sergio Massa, titular de la Anses. El funcionario consideró que “difícilmente” haya una reducción de los aportes.

    En ese sentido, se elevará el monto que la Anses reconoce por cada año aportado. Actualmente, esa cifra es del 0,85% por cada año aportado durante los últimos 10 años. Tras la reforma pasará a reconocerse un 1,5%, lo que representará un incremento importante en los haberes jubilatorios.

    Así, un joven de 20 o 25 años, con un sueldo de $ 1.000 en sus últimos 10 años  (120 meses), trabajando 40 años, actualmente percibe al 0,85% una Prestación Adicional por Permanencia (PAP) de $ 340, más una Prestación Básica Universal de $ 220.

    Si el monto que otorgará el Estado aumenta al 1,5%, percibirá una PAP de $ 600. y una PBU de $ 220, lo que equivaldría a un 82% de su sueldo. Pero es una cifra que puede estar sometida a los vaivenes de la inflación, a menos de que se establezca algún índice de ajuste.

    De todas formas, se escuchan voces de preocupación entre los economistas, quienes recuerdan el mal manejo que históricamente tuvo el Estado respecto de los fondos previsionales. En ese sentido, el economista Manuel Solanet sostuvo en declaraciones a Radio 10 que el sistema de capitalización "tiene grandes ventajas", ya que permite controlar el destino de los fondos y todo es rendido adecuadamente.
  • Cambio de sistema
    Actualmente, una persona que se encuentra dentro del sistema de reparto puede decidir pasar a una AFJP en cualquier momento. El proyecto del Gobierno prevé que esta opción pueda hacerse en la primera apertura del sistema y luego, cada cinco años.

    Pero no en el ínterin, de modo que quien se quede en el Estado deberá esperar cinco años para optar por el otro sistema.

Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).

OPCIÓN del RÉGIMEN JUBILATORIO

 

Si usted comienza a trabajar por primera vez o se adhirió recientemente a la Moratoria Previsional donde tuvo que declarar años de aportes

 

posteriores a julio de 1994, recuerde que debe OPTAR por un RÉGIMEN JUBILATORIO.

Esta opción está referida a la elección que deben ejercer todos los trabajadores, tanto en relación de dependencia como autónomos, que ingresen por primera vez al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP).

Los dos regímenes vigentes por los que puede optar son:

Régimen Previsional Público (Sistema de Reparto) que administra el Estado Nacional

 

 

 

El Régimen de Capitalización Individual

 

 

 

¿Qué es el Sistema de Capitalización Individual? ¿Qué relación hay entre el beneficio y el esfuerzo durante la vida activa?

 Este nuevo régimen, vigente a partir de la aplicación de la Ley 24.241, otorga al trabajador la posibilidad de dirigir sus aportes personales a una AFJP. De esta manera, dichos aportes se van acumulando en la llamada Cuenta de Capitalización Individual (CCI), y se incrementan con la rentabilidad obtenida mediante su inversión. Así, los beneficios que se obtengan en el momento de la jubilación dependerán de los aportes realizados durante la etapa activa, más su capitalización correspondiente.

 En resumen, con este nuevo régimen, que le permite derivar sus aportes a una AFJP, el trabajador tiene la posibilidad de capitalizarlos y hacerlos rentables, mediante la administración que de ellos realice la AFJP.

 

 

 

 

10. EL PROBLEMA DE LA JUSTICIA Y LA EQUIDAD

 

La complejidad de la existencia social y de la aplicación de las leyes no siempre lleva a la justicia. El filósofo griego Aristóteles llegó a recomendar: No permitamos que nos gobierne el ser humano, sino la ley, porque el ser humano ejerce el poder para sí mismo y acaba por hacerse tirano. Sin embargo, la propia ley requiere a veces ajustes a través del empleo de la equidad, tal como lo sostiene Aristóteles en su Etica Nicomaquea (Ed. Época, México, 1999):

Lo equitativo, en efecto, siendo mejor que cierta justicia, es justo; y por otra parte, es mejor que lo justo no porque sea de otro género. Por tanto, lo justo y lo equitativo es lo mismo; y siendo ambos buenos, es, con todo, superior lo equitativo.

Lo que produce la dificultad es que lo equitativo es en verdad justo, pero no según la ley, sino que es un enderezamiento de lo justo legal. La causa de esto está en que toda ley es general, pero tocante a ciertos casos no es posible promulgar correctamente una disposición en general. En estos casos, pues, en que de necesidad se ha de hablar en general, por más que no sea posible hacerlo correctamente, la ley toma en consideración lo que más ordinariamente acaece, sin desconocer por ello la posibilidad de error. Y no por ello es menos recta, porque el error no está en la ley ni en el legislador, sino en la naturaleza del hecho concreto, porque tal es, directamente, la materia de las cosas prácticas.

En consecuencia, cuando la ley hablare en general y sucediere algo en alguna circunstancia fuera de lo general, se procederá rectamente corrigiendo la omisión en aquella parte en que el legislador faltó o erró por haber hablado en términos absolutos, porque si el legislador mismo estuviera ahí presente, así lo habría declarado, y de haberlo sabido, así lo habría legislado.

Por tanto, lo equitativo es justo, y aun es mejor que cierta especie de lo justo, no mejor que lo justo en absoluto, sino mejor que el error resultante de los términos absolutos empleados por la ley. Y ésta es la naturaleza de lo equitativo: ser una rectificación de la ley en la parte en que ésta es deficiente por su carácter general.

Sobre la justicia – justa en equidad, en el desempeño de los derechos y en el cumplimiento de ellos, el brazo largo de la ley se ha especializado en seguimiento de la delincuencia, su efectividad no es mediada (según esto) por las posiciones diferenciales de la sociedad, (bueno eso se cree), contra la impunidad debe ser muy contrastaste con la periferia, en el caso de México la justicia se ha puesto en entre dicho y sobretodo por la orientación de impunidad al crimen organizado, al terror de Estado y también con ciertos miembros sociales de las clases altas, que han quedado muchos casos pendientes por resolver, incluso los más mencionados por los medios y lo experimentado en la vida cotidiana del migrante (matanza de aguas blancas, matanza del 68, matanza de Actéal, caso Colosio, el caso Bibriesca, amigos de Fox, de la periodista Cacho, fraudes, robos de los presidentes y de los funcionarios públicos, estafas y robos de la clase empresarial, macro fraudes como el del Fobaproa, la muerte de Digna Ochoa, los homicidios contra las mujeres en el norte, y un largo etcétera), de hecho hay una desconfianza en la impartición de justicia .

Lo que me gusta más es que las leyes son bien legales allá, todo es bien legal allá, si uno coge algo, luego, luego lo persiguen a uno y rápido te encuentran, es lo que me gusta las leyes de allá, lo del presidente, todo es bien legal allá, allá el presidente no mira por el rico, mira por el pobre. (Entrevista 763).

Me gusta la justicia que tienen, si son más justos. (Entrevista 758).

Que era muy limpio y no había tanta delincuencia y las leyes eran si eran justas. (Entrevista 256).

Pues de aquel lado todo es... pues un poco más derecho que aquí en México. (Entrevista 771).

Pues que puedes sobrevivir mas allá hay menos discriminación la justicia es mejor que aquí, haya todo delito se paga es parejo. (Entrevista 772).

El tipo de vida que hay allá. El tipo de vida es mejor, este…. En que todo está más, todo está más, como se dice esa palabra…, todo está más organizado, todo va más conforme a las leyes, todo está bien yo digo que está bien. Me gustan sus carreteras que puedes viajar sin tráfico, sin puede decir lejos, viajar en las carreteras lejos, puedes tener tu carro allá afuera en la calle y no necesitas guardarlo en ningún lugar ni nada, nada más sales de tú casa agarras tu carro y te vas, nada de que te lo van a robar, este….. Que más…. Que puedes andar comiendo en la calle sin necesidad de que te vas a enfermar del estómago sin nado todo está limpio, que más, este…..yo nunca me he enfermado del estómago allá casi nunca me he enfermado del estómago allá, este…. Que más….. Hay más facilidad de comprar las cosas, de mirar ropa todo, muchas comodidades.(Entrevista 806)

La normatividad clara, las responsabilidades definidas y la ausencia de ambigüedades en la interpretación, permitiendo formas de convivencia y desempeños con poca posibilidad de corrupción.

Lo que más me gusta de Estados Unidos es la manera en que manejan sus reglamentos es decir que tanto alguien que maneja, alguien que anda en la calle, hay normas estrictas y hay menos corrupción y todo en general esta más controlado que en México. (Entrevista 88).

 

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